Es un postre muy refrescante y apetecible para los calurosos días del verano, que nos puso mi prima Montse este verano pasado.
Con un ligero aroma a hierbabuena, es una estupenda combinación.
La verdad que me asombró lo rico que estaba.
Además los melones de Calera y Chozas son de lujo, tienen un sabor intenso, dulce y una textura que difícilmente encuentro en ningún otro sitio.
Facilísimo, rápido y delicioso.
* Melón de buena calidad en su punto de maduración, en los meses de verano es cuando están en sazón. 1. Meter el melón en la nevera con antelación suficiente, lo justo que refresque un poco. Se puede preparar con antelación, tapar con plástico de cocina y mantener en el frigorífico hasta la hora de llevarlo a la mesa. Ingredientes
* Hojas frescas de hierbabuena.
Modo de preparación
2. Cortar el melón, desechar la cáscara y cortarlo en trocitos, ni pequeños ni grandes, que sean de bocado.
Corté el melón por la mitad a lo ancho para poder cortar el interior en bolitas con un cucharilla vaciadora. Dicha corteza una vez vacía me sirvió de fuente para llevarlo a la mesa, cortando un poco la base en horizontal para estabilizarlo. También se puede cortar la corteza en forma de canastito. En cuyo caso se corta con cuidado en vertical un poco menos de un cuarto de corteza por un lado y un poco menos de cuarto de corteza por el otro lado, y a su vez ambos cortados en la misma línea horizontal dejando entre ambos cortes una tira a modo de asa en vertical. Otra forma: cortar el borde de la corteza en picos o formando un canasto.
Cada cual con su imaginación.
3. Separar las hojas de los tallos y lavarlas bajo el chorro de agua fría.
4. Colocar los trozos o bolitas de melón en una fuente honda.
5. Añadir las hojas de hierbabuena y remover.
Un postre refrescante y buenísimo.
¡Muchas gracias Montse!